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Durante el periodo del 4 al 15 de octubre, los ESR del proyecto REFLOW tuvimos la oportunidad de reunirnos por primera vez en España. Para ser precisos, Vic. Municipio de la provincia de Barcelona. Característico por sus callejones que atrapan siglos de historia, curiosas ventanas que, de vez en cuando, arrojan sonares de Joaquín Sabina. Atmósfera revolucionaria y peculiar olor a campo.
Semanas convulsas y llenas de trabajo, pero sobre todo risas. El nervio de conocer a tu equipo de trabajo virtual y ver los avances tangibles de un proyecto que al comienzo queda atrapado en medio de la pandemia. Posteriormente, la tranquilidad de saber que hay un gran equipo detrás y las aguas asemejan tranquilidad para concluirlo de manera exitosa.
Charlas, talleres y salidas al campo. Toda una lluvia de información y de experiencia, pero sin duda, la visita a La Fageda, capturó mi admiración. Ya se había tenido la experiencia de conocer un poco de La Fageda en otras actividades del proyecto. No obstante, todo hace sentido una vez que estás ahí.
Cooperativa sin fines de lucro, La Fageda se encarga de producir una serie de productos lácteos, pero con una peculiaridad, dando un gran servicio social. La idea surge de su creador, Cristóbal Colón. Especialista de la salud mental y con una visión de servicio, establece que el trabajo, en vez de la reclusión, es esencial para la recuperación de los pacientes en hospitales psiquiátricos. Y no precisamente “usar personas para la elaboración de yogures, sino facilitar la vida de personas con capacidades diferentes haciendo yogures”.
Para impresión personal, la aventura comienza desde la llegada. Ubicado en los límites de Fageda d’en Jordà, reserva natural que comprende un bosque de hayas, en un terreno plano con algunas colinas prominentes al horizonte. Primeros recuerdos: olor a fresca mañana, y sin pasar desapercibido, estiércol de ganado. Extensas planicies, verdor y frescura característica pre-montañosa de donde se abastecen los insumos para la alimentación del ganado. El recorrido comienza y de manera breve las primeras rumiantes aparecen. La Fageda no difiere de un lugar convencional de fabricación de lácteos.
A su criterio, sus visitantes remotamente pudieran imaginar que parte del éxito y funcionamiento de las instalaciones se llevan a cabo por personas con algún grado de discapacidad. Horarios estructurados de alimentación, segmentación de ganado por edad y estado de gestación, manejo riguroso de residuos y compostaje, sistema automatizado de ordeña de leche y posterior ingreso a la fábrica para su post-procesamiento. Para mi más grande sorpresa, ¡música clásica en los corrales! Vaya, un sistema enteramente estructurado que asemeja éxito, labor social y condiciones inigualables para el cuidado animal. A final de cuentas, un proyecto que desde sus comienzos no obedecía a ninguna definición de sustentabilidad, pero logró encajar de manera autónoma en la definición. A mi impresión, el tipo de corporaciones que se añoran para hacer frente a los más grandes retos de la sociedad.
La visita en la Fageda continua con el recorrido en el bosque aledaño de hayas. Planicie no muy extensa (≈4 km2) acompañada de un par de prominencias de origen volcánico. A palabra de nuestro guía, extensión reforestada en un periodo reciente y albergando vegetación no muy recurrente para la su altitud y localización en la península ibérica. A pesar de tener una extensión minúscula (en comparación de algún pirineo en la región) alberga más vida de lo que uno pudiera imaginar. El ruido de la vegetación y fauna, primordialmente aves es todo un espectáculo que te lleva a los lugares más profundos de la tranquilidad. El grupo ha sido invitado a un momento de lectura. Un poema que, para ser sincero, extravié en las andanzas de todo el encuentro de REFLOW. No obstante, haciendo una búsqueda breve en línea, me encuentro con algún material que me lleva a recordar esos momentos. Un fragmento del texto en la obra Secuencias (1911) se encuentra a continuación:
…El caminante, cuando entra en este lugar,
empieza a caminar poco a poco;
cuenta sus pasos en la gran quietud
se detiene, y no oye nada, y está perdido.
Le da un dulce olvido de todo el mundo
en el silencio de aquel lugar profundo,
y no piensa en salir o piensa en vano:
es tomado de la Fageda d’en Jordà,
prisionero del silencio y el verdor…
La visita culmina para regresar a Barcelona y seguir con las actividades del proyecto. Las experiencias continúan con un par de días libres en la ciudad de Gaudí. Disfrutar del pre otoño mediterráneo y la compañía del equipo. Los lazos de trabajo eventualmente se amalgaman en amistad y se recargan baterías para seguir con la semana en Vic.
Prisoner of silence and greenery
Visit to La Fageda d’en Jordà
During the period 4-15 October, the ESRs of the REFLOW project had the opportunity to meet for the first time in Spain. To be precise, Vic, municipality in the province of Barcelona. Known for its alleys that trap centuries of history, curious windows that throw Joaquín Sabina’s songs from time to time, a revolutionary atmosphere, and a peculiar smell of the countryside.
Convulsive weeks full of work, but above all laughter. The nervousness of meeting your virtual work team and seeing the tangible progress of a project that at the beginning is caught in the middle of the pandemic. Subsequently, the peace of mind of knowing that there is a great team behind the project and that the waters are calm enough to bring it to a successful conclusion.
Talks, workshops, and field trips. A whole shower of information and experience, but without a doubt, the visit to La Fageda captured my admiration. I had already had the experience of getting to know a bit of La Fageda in other activities of the project. However, it all makes sense once you are there.
A non-profit cooperative, La Fageda is responsible for producing a range of dairy products, but with a twist, providing a great social service. The idea comes from its creator, Cristóbal Colón. A mental health specialist with a vision of service, he states that work, rather than confinement, is essential for the recovery of patients in psychiatric hospitals. And not precisely “using people to make yoghurt but facilitating the lives of people with different abilities by making yoghurt“.
For personal impressions, the adventure starts from the moment of arrival. Located on the edge of Fageda d’en Jordà, a nature reserve comprising a beech forest, on a flat terrain with some prominent hills on the horizon. First memories: the smell of fresh morning air and noticed cattle manure. Extensive plains, greenery, and the characteristic pre-mountain freshness from which the cattle feed is supplied. The route begins and soon the first ruminants appear. La Fageda is no different from a conventional dairy farm.
On the surface, its visitors could remotely imagine that part of the success and operation of the facilities is carried out by people with some degree of disability. Structured feeding schedules, segmentation of cattle by age and stage of gestation, rigorous waste management and composting, automated milk ordering system, and subsequent entry into the factory for post-processing. To my biggest surprise, classical music in the pens!
Wow, an entirely structured system that resembles success, social work, and incredible conditions for animal care. In the end, a project that from the beginning did not obey any definition of sustainability but managed to fit autonomously into the definition. To my impression, the kind of corporations that are yearned for to face the greatest challenges of society.
The visit to the Fageda continues with a tour of the surrounding beech forest. A not very extensive plain (≈4km2) accompanied by a couple of volcanic prominences. According to our guide, this area was reforested in a recent period and is home to vegetation that is not very recurrent for its altitude and location on the Iberian Peninsula. Despite its minuscule size (compared to some of the Pyrenees in the region), it is home to more life than one could imagine. The noise of the vegetation and fauna, primarily birds, is a spectacle that takes you to the deepest places of tranquility. The group has been invited for a moment of reading. A poem that, to be honest, I misplaced in the wanderings of the whole REFLOW meeting. However, doing a brief search online, I came across some material that leads me to remember those moments. A fragment of the text in the play Sequences (1911) is found below:
…The walker, when he enters this place,
begins to walk little by little;
counts his steps in the great stillness
He stops, and hears nothing, and is lost.
It gives him a sweet forgetfulness of all the world
in the silence of that deep place,
and he thinks not to go out, or thinks in vain:
he is taken from the Fageda d’en Jordà,
prisoner of silence and greenery…
The visit ends to return to Barcelona and continue with the activities of the project. The experiences continue with a couple of days off in Gaudí’s city. Enjoying the Mediterranean pre-fall and the company of the team. Work ties eventually amalgamate into friendship and batteries are recharged to continue with the following activity-filled week in Vic.